CÓMO CONTROLAR EL ENFADO ANTES DE QUE ME CONTROLE A MI
"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.” Aristóteles
CURVA DE LA IRA/ENFADO

Es importante seleccionar y poner en práctica las diferentes estrategias hasta encontrar la tuya propia, para que cuando llegue la situación de tensión evites subir a la cima de la curva de la ira:
- El clásico contar hasta 10. Pensar en números hace que no alimentes tu enfado.
- Tiempo fuera. Irnos del lugar que nos ha provocado el enfado (no ver ni las cosas ni las personas que lo provocan).
- Técnica de respiración. Por ejemplo, la técnica 4x4x4x4. Son 4 segundos cogiendo aire, 4 segundos manteniéndolo, 4 segundos expulsándolo y otros 4 segundos manteniéndolo. Y repetir este proceso varias veces.
- Repite tranquilamente una palabra o frase que te relaje (“relájate”, “tranquilo/a”, “es una maravillosa oportunidad para cultivar mi paciencia”…).
- Evitar pensamientos que alimenten nuestro enfado. Intentar pensar en algo diferente o hablar con alguien para que te ayude a distraerte.
- Visualiza/imagina una experiencia relajante.
- Expresar sentimientos de enfado sin herirte ni herir a los demás. Decir claramente que estamos enfadados y por qué asertivamente sin faltar el respeto al otro, ni insultar, evitando los “siempres” o los “nuncas” (que no son reales). Cuando se calme el enfado, intentar buscar soluciones (“hablar en frío”).
- Transformar el enfado en algo constructivo y positivo. Por ejemplo, hacer la tarea que estábamos haciendo de forma más rápida hasta descargar la energía del enfado.
- Utiliza el sentido del humor. Puedes imaginarte que eres un dragón echando fuego por la boca y expulsas mucho aire imaginándote que es fuego; o imaginar que la persona con la que te has enfadado tiene un elefante encima y éste hace sus necesidades encima.
- Mindfulness: dejar ir/soltar los pensamientos o emociones que alimentan tu enfado.