Para profundizar la sensación de mejorar el rendimiento
La mejora del rendimiento lleva asociada una sensación física y emocional concreta. Si reproduce mentalmente esa sensación y fusiona el ensayo mental con la posición ocular y la música bilateral, puede aumentar las probabilidades de rendir la próxima vez de un modo sobresaliente.
Realiza este ejercicio la víspera o el día que debas actuar:
Paso 1: Cierra los ojos y recuerda tu último mejor entrenamiento o competición, o cualquier otra ocasión en que tu rendimiento fuera extraordinario. Deja que tu mente revise las imágenes, sonidos y sensaciones de aquel día, concentrándote en lo que sentiste en el cuerpo según ibas actuando.
Paso 2: Localiza el punto ocular correspondiente a esta experiencia positiva.
Para ello, puedes mirar fijamente durante 10 segundos a un objeto que tengas a la derecha, luego durante otros 10 segundos a otro que esté en línea recta y, por último, a otro de tu izquierda. Ya sea a la derecha, delante o a la izquierda, nota en qué punto te sientes mejor o más conectado a aquella experiencia sensacional. Sin perder de vista el punto, porque te ayudará a conservar y profundizar en esas sensaciones agradables.
Paso 3: Escucha la música y percibe las sensaciones agradables y el punto del cuerpo donde las sientes. Deja que tu mente vague sola uno o dos minutos. Es posible que empieces a recordar otras buenas actuaciones. Observa lo que aparece y observa conscientemente lo que sientes en el cuerpo.
Paso 4: En el punto ocular positivo, comprueba de nuevo esas buenas sensaciones. Tal vez ahora sean más o menos intensas, o se hayan desplazado por el cuerpo. Como siempre, limítate a percibir lo que sientes y deja que la mente vaya a su aire durante uno o dos minutos.
Paso 5: Ahora proyéctate a una situación futura importante para ti. Sin dejar de tener presentes las buenas sensaciones mentales y corporales. Deja que la mente se adelante a esa situación futura como le apetezca.
Paso 6: Alterna entre tu gran actuación del pasado y la prevista en el futuro. Fluye mentalmente de un lado a otro sin dejar de tener presentes las sensaciones que aparecen y la parte del cuerpo donde lo hacen.
Estas «sensaciones de mejorar el rendimiento» debes memorizarlas y almacenarlas en tu cerebro y tu cuerpo, para poder recurrir a ellas en el futuro.